El proyecto personal que comparto aquí surgió de una reflexión sencilla pero poderosa: en mi celular hay cientos de fotos y videos que carecen de valor real como recuerdos. Tomar fotos hoy es tan fácil que terminamos acumulando momentos efímeros en la nube, mientras que los recuerdos más profundos, los que llevamos en la mente, suelen quedarse sin imagen que los acompañe. ¿No merecen también esos recuerdos un lugar en nuestro carrete?
La inteligencia artificial entra en este proyecto como herramienta para dar vida a esos momentos. Aunque sé que una IA nunca podrá recrear con exactitud lo que guardo en mi mente, ha resultado sorprendente cómo se aproxima a ellos. Me recuerda a «Recuerdos que mienten un poco» de Carlos Solari, un libro que explora cómo, al recordar, también recreamos. Nuestro cerebro llena los vacíos con detalles que cambian con el tiempo, sumando emociones y elementos que modifican la memoria original.
Además, existe un temor personal que inspira esta búsqueda: el miedo a olvidar. Tras ver cómo el Alzheimer y la demencia afectan a las personas, temo perder mis recuerdos y, con ellos, fragmentos de mi identidad. Es por esto que empecé a usar IA para reconstruir ciertos momentos, como un recurso para tener a mano una versión visual de mis recuerdos si alguna vez necesito recordar quién soy.
Reconstrucción de Recuerdos: Un Viaje al Pasado
Este proceso de reconstrucción ha sido revelador. Los primeros recuerdos que recreé no solo reflejaban escenas pasadas, sino que también conectaban con otros momentos por asociaciones. Recordar se convirtió en una tarea compleja y emotiva, por lo que decidí enfocarme en detalles específicos de mi infancia, como los juegos. Así, he podido reconectar con partes de mi vida que creía olvidadas.
Veamos mis recuerdos recreados en Midjourney y Runway
Momento de Juego (pre-2000)
Las batallas entre soldaditos verdes de la Segunda Guerra Mundial y ninjas blancos y grises eran un clásico. Más que el juego en sí, disfrutaba el armado de las filas, dedicando tiempo a crear un orden antes de la “batalla” imaginaria.
La Nave Espacial Bajo la Mesa (pre-2000)
Mi centro de control era una radio Hitachi antigua y, muchas veces, mi hermano Sebastián era el piloto en esos viajes improvisados durante la siesta de los adultos. Bajo la mesa, el espacio se expandía en nuestra imaginación.
Miguel Ángel, la Tortuga Ninja Samurái (pre-2000)
Este juguete es probablemente mi favorito. Por entonces, mi madre y mi abuela participaban en un concurso de “El Show del Mediodía”. Las cartas celestes que llegaban en abundancia a casa se convirtieron en objetos de juego, gracias a la llamada de Cacho de la Cruz, el conductor del programa.
Un proyecto increible!
Buscando expandir esta exploración, descubrí el proyecto Memorias Sintéticas (https://www.syntheticmemories.net/es/), donde se recrean digitalmente recuerdos personales a través de IA generativa. Estas memorias capturan visualmente experiencias pasadas, dando una representación digital de momentos antes no documentados. Recomiendo explorar su galería, llena de recreaciones conmovedoras de recuerdos que, de otra manera, quedarían en el olvido.
Proyectos como este me hacen replantear mi rol como creador de contenidos visuales. Después de haber dedicado tantas horas a imágenes para marcas, me pregunto: ¿Podría usar esta habilidad para ayudar a las personas a recuperar recuerdos? ¿Qué impacto positivo podría tener en el mundo? Quizás, crear imágenes que no solo vendan productos, sino que también tengan un propósito emocional y profundo, sea una dirección a explorar.
Termino esta reflexión con una frase del proyecto Memorias Sintéticas:
Romper El Algoritmo 
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