
Introducción
Como director de arte y diseñador enfocado en publicidad siempre tuve como objetivo aprendido y autoimpuesto de que los mensajes visualmente sean concretos y fácilmente entendibles, sin elementos que distraigan del objetivo principal, es decir, ayudar a comunicar alguna cosa sobre alguna marca. Creo que lo que más me llama la atención del arte y fue algo que experimenté en todo su esplendor en esta obra de Frida Kahlo llamada ”Sin esperanza” es el hecho de que el mensaje va a ser claro si te esforzás, si tenés ganas de entenderlo, si conoces un poco de la vida de quien lo pinta y lo más loco es que mientras más te acercás a la obra más significados le encontrás. Para entender una obra de arte hay ciertos pasos, es como leer un libro, implica un mínimo esfuerzo pero que genera un gran satisfacción.
El contexto de la obra
Esta pintura llamada “Sin Esperanza” fue hecha por Frida Kahlo en 1945, época en la cual la gran artista mexicana se pasaba la mayor parte del tiempo postrada en su cama como consecuencia de una serie de enfermedades como la polio y un terrible accidente donde su columna, cuello y costillas quedaron destrozadas. En sus 47 años de vida se sometió a más de 30 operaciones e incluso a la amputación de dedos y un miembro inferior. O sea la pasó tremendamente mal.
Análisis:

En esta obra de 28 cm de alto por 36 de ancho (apenas más grande que una hoja A4) vemos el caballete que su madre mandó a construir para que Frida pudiera pintar acostada mientras se recuperaba de sus dolencias.

En este caballete en vez de un lienzo podemos ver un embudo que en su parte más ancha hay comida; pollo, pavo, vaca, cordero, pescado, embutidos y una especie de masas y líquidos con textura y color carne cruda. La presencia de estos elementos puede deberse a que por su postura y depresión la única de manera de alimentarla era con comida licuada. En el dorso del cuadro se encuentra la frase: “A mí no me queda ya ni la menor esperanza. Todo se mueve al compás de lo que encierra la panza”. Una frase desgarradora, su panza o vientre fue recurrente en su obra debido a la imposibilidad de quedar embarazada cosa que deprimió muchísimo a la artista.

La calavera de azúcar tradicional de la cultura mexicana con el nombre Frida escrito en la frente es una alusión clara al fin de la vida.

Si bien el embudo puede verso como un objeto literal a través del cual es alimentada también puede interpretarse como un vómito, este vómito cargado de comida ocupa el lugar del lienzo u obra de arte lo cual me lleva a recordar otra de sus frases famosas “La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo.” Frase en la cual seguimos viendo su costado doliente pero también podemos ver cual es su vínculo con su obra. Puede ser su trabajo que la alimenta para seguir a pesar del dolor o también puede ser su trabajo el lugar donde se expresa y vuelva todo lo que le pasa.
Ahora analicemos otros elementos presentes en la obra en búsqueda de una validación o amplificación de los conceptos que mencioné anteriormente.

Frida en esta obra nos mira directamente, su mirada se encuentra en el otro como si de una manera silenciosa nos estuviera involucrando en su dolor, sobre sus mejillas corren lagrimas congeladas, como en una foto de alta velocidad, esas lagrimas no están ahí de paso, están hace tiempo y ahí se quedarán.

En la manta que cubre su cuerpo desnudo se encuentran círculos con imágenes de microscopio de óvulos siendo fecundados por espermatozoides y lo que parecen ser imágenes de enfermedades. Esta manta blanca no parece abrigarla sino atraparla.

En cuanto al paisaje hay varios elementos interesantes para interpretar, el primero es el desierto que la rodea, un lugar árido y sin vida. Un paisaje habitual en su obra. En el cielo podemos ver al sol y la luna a la misma brillando en el cielo a la misma vez. Una primera lectura nos invita a pensar en que el sufrimiento de la artista es constante, no existe diferencia entre día y noche, no hay un descanso posible. Como otra interpretación es posible considerar la representación de Frida en la luna como símbolo de femineidad y de Diego de Rivera (su eterno amor) como el sol. Dos elementos que brillan a la misma vez en un cielo imposible, en el cual nunca estarán juntos.

La mitad de los cuadros pintados por Frida Kahlo fueron autorretratos, ella decía que pintaba sobre lo que conoce, básicamente se pintaba a si misma y su tristeza. En el momento que Frida estaba viva ella negó que su estilo fuera surrealista y que sus obras estuviesen inspiradas en sueños por el contrario afirmaba que pintaba lo que vivía, pintaba su vida.

Conclusión
«Sin Esperanza» es una obra maestra desgarradora que encapsula el dolor y la desesperanza que experimentó Frida Kahlo a lo largo de su vida. Su habilidad para transformar su sufrimiento en arte poderoso e impactante la convierte en una figura icónica del arte. Vemos la valentía y la resistencia de una mujer que luchó contra problemas insuperables y canalizó su sufrimiento en una expresión artística excepcional. Esta pintura nos recuerda la importancia de buscar significado y consuelo en la creatividad y la expresión personal. «Sin Esperanza» es un poderoso recordatorio de la fortaleza y la vulnerabilidad humanas que resuenan en aquellos que se toman el tiempo y el esfuerzo para entenderla.
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